sábado, 18 de diciembre de 2010

Recuperándome del shock

Querida Daisy, esta mañana ha estado Grimaldi en mi mansión a pedirme perdón por su comportamiento. Ahora que he estado al borde de la muerte, todos quieren ser mis amigos. Y me hacen regalos muy guays. Mi amiga Violet me ha regalado un porsche, y mi amiga Lucy su vestido de piedras de Svaroski, para hacer juego con el boli. En cambio Hannah ha desaparecido de la faz de la tierra, al igual que mi salvador. Empiezo a comerme la cabeza, y eso no puede ser. El pobre Grimaldi me ha traido a los niños de la orquesta sinfónica de Viena para que me canten nanas por la noche. La verdad es que son un poco peñazo, porque tienen hambre todo el rato, y ahora mismo, mi cocina está llena de un montón de críos de once años que se están hartando de galletas príncipe y Nesquick VIP traido desde Kenia. En fin, que coman, que coman, mientras que me canten por la noche...

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