viernes, 28 de enero de 2011

Ramalazo cursi

Querida Daisy:
Como aún no se sabe nada de mi futuro entre rejas o el futuro en una camisa de fuerza de la niña del exorcista, he pensado oportuno destinar éste momento tan emblematico de mi vida a contarte porqué soy tan rica.
-Por TU PADRE- dirás, y llevas parte de razón. Lo que nunca nadie ha sabido, es mi gran oscuro secreto. Y esta noche vas a saberlo.
Si voy a pasarme veinte años en Guantánamo, lo menos que puedo hacer es confesar tan vil delito: Yo era Punky Brewster.
Increíble¿verdad? Fueron tiempos duros. Por esa época conocí a mi primer amor, Macaulay Culkien. Era majo, pero un poco pesado, y cuando mi fama decayó, me cambió por una camarera del Bronx.
Creo que nunca lo superé, y jamás se lo conté a Grimaldi. Él cree que soy pura y casta como un pajarito de porcelana de los chinos, y que jamás estuve involucrada en ningún escándalo.
Pero debo confesarselo antes del viernes, y no sé cómo se lo tomará. Se ha echo amigo de mi guardia, y ahora se pasan las horas muertas jugando a las damas. De vez en cuando, mira hacia mi ventana y me guiña uno de sus ojos amoratados ( tuvo problemas con el de detección de metales)
Pobre Grimaldi. Me preguntó que será de él sin mí. Que será de mí sin él.

1 comentario:

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