Oh happy end

Querida Daisy:
La historia de anoche ha acabado con final feliz. Bueno, final feliz para mí, porque nadie me ha matado, pero no para el psicópata de la casa de al lado.
Te cuento:
Estaba yo intentando conciliar el sueño( un poco difícil teniendo en cuenta que estaba en peligro de muerte) cuando oí disparos.
-Biiiiiieeeeeeeeeeeeen se lo han caaargaaaadooooo-pensé yo, toda felicísima de la muerte. Claro que eso fue hasta que entró uno de los francotiradores con dos tiros en el estómago, sangrando a borbotones y diciendo palabras raras. Supuse que algo iba mal.
Salí al pasillo en mi bata de casa de Dior que me compró Mamá por Thanksgiving y me encontré con un montón de policias agonizantes y manchando mi parquet.
Indignada, iba a ir a dejarles las cosas claras, cuando lo ví.
El vecino. Con un hacha dentro de una escopeta.
Bueno, pues me puse a correr cómo si Chanel estuviera en rebajas, y corrí y corrí hasta que me encerré en una habitación. Pero cómo llevaba un hacha (no sé si lo comenté antes el detallico) empezó a cargarse la puerta mientras decía:- No tengas miedo guapa, solo quiero reventarte la **** cabeza-
A mí eso me sonaba haberlo oído antes, y me pareció una supermegaultra descortesía total, porque yo a él no le estaba insultando.
Antes de que pudiera quejarme, se había cargado la puerta, y yo estaba en una esquina, rezándole a todos los dioses habidos y por haber. Había llegado mi hora. Y entonces sonó: PLINK!!!
Oh, glorioso souuund, Daisy! Winston le había tirado un flexo a la cabeza con tan buena suerte que le dio en el lóbulo septentrional-occipital y le dejó K.O total.
Ahora le están interrogando. Grimaldi no aparece, y temo que se haya vuelto a quedar encerrado en el armario de la habitación de Mamá