lunes, 18 de abril de 2011

La plebe flipa un poco (demasiado)

Querida Daisy:
Como observas, ha pasado un mes casi desde que conseguimos escapar y a Grimaldi se le quitó el demonio de las narices ( gracias en realidad a uno de los satánicos, que resultó ser primo segundo de Benedicto)
Cómo te iba contando, de Roma nos vinimos a Londres, y pasamos a tomar el té con Tía Lizzie, que nos comentó que su nieto, el primo Willy iba a casarse...!y con una plebeya!
WTF!!!
No sé cómo se ha atrevido siquiera a pedirle salir...me parece horriblemente fatal que ensucie nuestra reputación mezclándose con el proletariado!
¿Qué pensará de nosotros ahora el pueblo?
No quiero ni pensarlo. Es más, me he negado a ir a la boda. Grimaldi ha intentado disuadirme, pero para él es muy fácil, porque cómo ya está acostumbrado a los escándalos de su familia...
Además, es tonto. Y cómo es tonto, no se puede hablar de temas tan delicados cómo este.
Estoy preparando mi maleta para pasar la Semana Santa en Los Hamptons, tomando el sol y ligando con yogurines playeros de metro ochenta.
Nada me hará cambiar de opinión. Bueno, excepto que Grimaldi acepte que llevo razón y deje atrás ese cerrilismo recalcitrante que le caracteriza, comprometiendose a ayudarme con mi venganza contra la Kate Mediocrettón.
Acepto ideas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si me comentas entrarás en el sorteo de un porsche y de mi mansión de Suiza