lunes, 21 de noviembre de 2011

Limbo´s

Diario de a bordo:

Estoy en mitad de la nada, esto parece el lugar dónde la NASA simuló la llegada a la luna. No sé cómo diantres he llegado hasta aquí, solo sé que he despertado en mitad del mar, en una barquita, con una botella de tequila y unas gafas de los chinos, acompañada por una extraña y enigmática presencia.
Al principio, creí que era un ángel y que por lo tanto yo estaba muerta, asique empecé a llorar y a maldecir, porque es muy triste que una chica con una belleza tan esplendorosa cómo la mía vaya a morir en la flor de la vida y sin haber conocido el amor verdadero y todas esas chorradas que les pasan a Lindsay Lohan ( que por cierto, me ha robado un collar, la muy PUTA)

A lo que iba, la extraña presencia me dijo que no me preocupara, que no estaba muerta, solo en el limbo. ¿Y qué es el limbo? Pues eso ya no lo sabe nadie. Por lo visto estoy en una fase extraña de concentración causada por la falta de alimento, agua potable y sobreexposición a licores varios. Yo pensaba que esa fase molaría más, con lo de los viajes astrales, volar y levitar, dones que emplearía para mi ardua tarea de dominar el mundo y someter a la plebe a mi férreo control administrativo-económico-etc

Aquel bicho extraño decía llamarse Ileduac, y me dijo que para salir de aquel estado tan poco gratificante, debería llevar a cabo una serie de pruebas para demostrar mi valía y mi supremacía divina.
A lo que yo contesté: Pruebas, TU MADRE

Y la tiré por la borda. He aquí mi primer día en el limbo

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Las cosas se ponen feúchas

Diario de A bordo:


Debido a los recientes acontecimientos en el barco ( lo de poner precio a mi cabeza y esas cosas) no he tenido demasiado tiempo para escribir.

Los marineros aparecieron el lunes en mi camarote con antorchas, pidiendo al capitán que me arrojase por la borda. El capitán, en un acto horrible de egoísta compasión se largó y dijo que le dejáramos en paz que él estaba viendo Águila Roja por canal por cable, con lo cuál me dejó sola con un montón de frikis armados.

Lo normal hubiése sido pedirles perdón, arrodillarme y suplicar clemencia, pero cómo no soy Grimaldi y mi instinto de supervivencia debe tener alguna especie de desarrollo lento, les tiré un escupitajo y salí corriendo hasta llegar a la cubierta cómo alma que lleva el diablo.

Acabé en la capilla, al lado del muñequito del niño Jesús, al que al pobre alguien había dibujado bigote y gafas, y me guardé el agua bendita por lo que pudiera pasar si me quedaba encerrada para siempre.

Dentro de un armario encontré un ajedrez y un montón de cartas de gente pidiendo cosas, que acabé comiéndome ( las cartas, no el ajedrez, claro está)

Mi tercer día encerrada sigo sin tener noticias de Grimaldi, y temo que pueda haberle pasado algo horrible. Con las cartas que no me como porque son de lugares cutres ( como Suecia) le hago camisetitas a Suso ( he llamado así al niño Jesús, temo volverme loca con la ausencia de seres humanos)

Planeo una escapada esta noche, aunque aún no sé cómo. Solo sé que va a doler. Te mantendré informado.